ROCK, FAMILIA Y SENTIMIENTO: SUEÑO DE PESCADO VOLVIÓ AL ESTADIO ATENAS

Los aniversarios de las bandas de rock no deberían pasar desapercibidos, sobre todo cuando se trata de un grupo humano que aguantó, resistió, superó lo inimaginable y sigue en pie. Pero Sueño de Pescado no es sólo eso.

¿Cómo puede ser, que durante casi tres horas, una banda te haga cantar a los gritos, poguear, arengar, al mismo tiempo que te emocione y haga que la piel de gallina no cese? Esa fue la pregunta que me hice una y otra vez durante los 30 temas que sonaron en el Estadio Atenas de La Plata el domingo por la noche.

Con un mundial iniciado el mismo día y una tormenta que podría haber cancelado previas, la ciudad de las diagonales, su ciudad, se teñía de trapos, remeras, gorros y cientos de seguidores de la banda platense, que hoy, ya es mucho más que sólo local.

La banda invitada a abrir el festejo por los nueve años fue Humano Hormiga. A las 21.20 horas aproximadamente, las luces se apagaban y el famoso inicio de Sueño llegaba, acompañado de la emoción de los allí presentes.

Una noche que, además de festejar un aniversario, recordaba el año de la partida de Guachi, su guitarrista fundador, al que siempre extrañan, pero por el que siguen y al que además, le dedicaron su último material.

“Muchas noches, buenas gracias”: La frase infaltable dicha por Manu Rodríguez se hacía escuchar una vez más. Motor animal, canción homónima al disco lanzado por la banda este año, que además abre el mismo, daba el puntapié a una noche repleta de hits, invitados e interacciones con el público.

Todo seguía en el mismo orden que Motor Animal, llegando, en segundo lugar, el turno de “Mareado”.

“Esta es la anteúltima fecha del año”, dijo Manu Rodríguez en varias ocasiones de la noche, recordando que se van a estar presentando en San Miguel el 29 y 30 de diciembre.

La lista de temas, la puesta en escena, las luces, la actitud de la banda y sobre todo, el amor de su público, demuestra y confirma la consagración de Sueño de Pescado.

Es que cada una de las canciones que formaron parte de un recital que duró hasta las 00.20 horas aproximadamente, ya son clásicos para los presentes. No hay temas no cantados, ni siquiera los que forman parte de su reciente álbum.

“Almas en pena”, “Mil pasos” y “Nube negra” transitaron también, la primera parte de la setlist elegida por la banda oriunda de La Plata en su regreso al Atenas.

Barajar y dar de vuelta no es para cualquiera. Sueño de Pescado es “otra especie de familia”, como suelen decirlo, pero también, como suelen demostrarlo. Los parates durante el show –que suelen ser varios-, no pasan porque sí.

En los recitales de Sueño de Pescado se habla de ayudar a los demás –como por ejemplo, a comedores-, se menciona a bandas del under, se nombra a las familias, a los amigos, a los barrios.

Momentos que sin dudas no pueden dejar de mencionarse: La emoción de Lucho Mansín, miembro fundamental de la banda, su baterista, cuando mencionaron a su mamá, quién partió hace algunos meses, y que Manu recordó como “mi segunda mamá”. Esos momentos que indican que el público de Sueño sabe quién es cada uno de los integrantes de su banda, sabe de su vida, de sus batallas perdidas y ganadas, y que los quieren, justamente, como si fueran parte de su familia.

Banda que además, da lugar a cada uno de sus integrantes durante la noche para ser aplaudidos, para agradecer, para saludar a sus conocidos y queridos presentes y hasta para mencionar causas, movimientos culturales y posiciones que persiguen y que el público apoya.

“Persigue mi andar”, “Buscan”, “Fantasmas”, “Mi cielo te dejé”, “Perdido y ausente” y “Barcos hundidos” daban paso a otro parate, por parte de Manu Rodríguez, para contar que: “La próxima canción se la escribí a Fran de Cruzando el Charco cuando teníamos 12 años”. Y a partir de allí, sonó “Bicicletas”.

Desfilaron, durante casi toda la noche, los enormes trapos por encima del enérgico público. Gastón Laganá al mando del bajo, Lucho Mansín en batería y Tobías Moretti en guitarra, junto con el cantante y guitarrista Manu Rodríguez, hacen que las agujas de los relojes se adelanten sin darse cuenta. En un género como el rock, que algunos suelen decir que está perdido, SdP reivindica lo que es esta cultura, entrelazada con lo que pocas bandas tienen: carisma y sentimiento.

A la lista le quedaba, aún, un largo y necesario tramo. La versión en vivo de “Ojos ventanal” le siguió a “Maquinado”. Luego fue el turno de “Sueño por sueño” que le daba paso a “Volverte a ver”, “Volvé” y “Vida bandida”, tridente perteneciente a Motor Animal.

“Los barrios más heridos”, “Hombres y engranajes”, “Los años ligeros”, “Peregrinos”: esa canción que, dijo Manu, no suelen tocar mucho en vivo porque es muy oscura; los infaltables “Carcelero”, “Pude”, “Rock sin vuelo” y “Probaste un buen dolor”, daban cierre a la noche del domingo, pero no al final del show.

Ya pasadas las doce horas y en lo que era casi el final de esta eufórica pero emotiva fiesta, sonaban las últimas melodías: “Ladran sancho”, “Todo se va”, “Las verdades” y el inédito “No llores más”, con el que prometieron cerrar todos los conciertos a partir de la pérdida terrenal de Guachi, daba una vez más, el hasta luego de la noche.

Sonrisas, lágrimas y abrazos encaraban para las salidas del Microestadio Atenas. Un regreso de varios, en micros que los esperaban en las calles aledañas. Largas noches, para otros, que podían seguir festejando en locales abiertos cercanos a Atenas donde estaban pasando temas de Sueño, y obvio, los infaltables seguidores que los esperan a ellos para sacarse fotos o simplemente saludarlos; marcaba lo que fue el anteúltimo show de este 2022 de los cuatro músicos –sin olvidarnos de todos los invitados que pasaron por el escenario- que viven el rock como pocos lo hacen.

Sueño de Pescado se estará presentando en San Miguel a finales de diciembre –como cierre de año- y además insinuó, para alegría de todos los presentes, y en más de una ocasión, que se aproxima otro Estadio Obras.

¿Cómo puede ser, que durante casi tres horas, una banda te haga cantar a los gritos, poguear, arengar, al mismo tiempo que te emocione y haga que la piel de gallina no cese? La respuesta a esa pregunta, se contesta sola en un recital de Sueño de Pescado.

 

 

 

Fotos: Ig @sdepescado - @genaluca_



Autor:Antonela Rossi (@antorossm)

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