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Los grandes sucesos muchas veces son producto de la casualidad, otras veces es una causalidad, y muchas veces las historias más lindas ocurren por una amistad, o una pasión. En esta caso por ambas. Esta es la historia de “Some Girls”, la cafetería más Stone de la Argentina.
Yael Uset y Marisa Ponce se conocieron en la gira de los Rolling Stones en París, en el año 2017, se saludaron nada más, y empezaron a charlar más recién en Barcelona, lugar donde la banda más importante del mundo daba uno de los shows de la gira. Desde ese día no se separaron más.
Marisa es de Parque Chas pero nació y se crió en la república de Laferrere (como ella dice con orgullo). Yael es de la zona Sur del conurbano bonaerense.
En ese viaje cada una fue con sus amigos y sin buscarlo, se armó entre todos, un gran grupo de amigo que sigue hasta el día de hoy. “Es el mayor grupo de amigos que tenemos”, dice Marisa.
Cuenten, ¿Cómo empezó esto?
Yael: El proyecto de “Some girls” nació el año pasado, cuando Marisa viene a renovar la visa acá al lado (CAS -Centro de atención al solicitante de la embajada de Estados Unidos), y quería esperar en algún lado. Creo que era Enero. Y por acá no tenés nada, hay que caminar bastante para llegar a plaza serrano recién si querés tomar un café, y sobre la av. Córdoba no hay nada. Entonces ella me llama y me dice que entró a un mercado medio abandonado al lado del “CAS” y que sintió algo (risas). Me dice que había una mugre bárbara, pero que sentía que ahí había que poner una cafetería o un lugar donde la gente pudiera esperar para hacer los trámites, un lugar donde pudiera uno sentarse y tomar algo. Yo justo tenía que venir también a hacer el mismo tramite, pero a la otra semana, entonces me dijo muy seriamente, “cuando vengas la semana que viene miralo, fijate y decime qué opinas. Y acá estamos.
Marisa- Justo nos íbamos de viaje y dijimos, “bueno, volvemos y nos ponemos”, sabíamos que este era el lugar, que había que poner una cafetería y que el estilo tenía que ser parisino en honor al lugar donde nos conocimos. Ese lugar nos gusta mucho, es hermoso .Por eso las mesas chiquitas, las flores y demás. También sabíamos que el toque Stone iba a estar porque en eso no había dudas, se caía de maduro, pero no sabíamos como terminar de darle forma a la idea. Mucho menos teníamos idea del nombre, se barajaron un montón. Primero se iba a llamar Café París. De hecho la fachada es un homenaje a una cafetería muy famosa parisina, el dorado, el rosa, todas esas cosas que tenían que ver con el lugar donde nos conocimos las reproducimos acá.
La nota se interrumpe bastante porque la gente no para de entrar y tomar café. Es una nochecita bastante fría de mayo, pero las chicas se hacen huecos para seguir contando la historia.
M- Yo quería que si o si lo abriéramos en verano, tenía muchas ganas, aunque apuntaba obviamente al invierno, pasa que estaba muy ansiosa, un lugar así siempre fue el sueño de mi vida. Esta va a ser la primera temporada completa de frío, así que estamos muy manijas (risas).
¿Y cómo llegan al nombre de la marca?
Y- El nombre “Some Girls” surge en una charla en el bar 40x5 (icónico bar temático de los Rolling Stones que está en Villa Devoto, Cuenca 3602, esquina Navarro), siempre paramos ahí. Estábamos comentándole a Juan (Juan Ignacio Muñoz), que es como nuestro padrino, que era lo que teníamos en mente. Le dijimos que no sabíamos cómo ponerle, no se nos ocurría, y en esos días nos vino a saludar a la mesa un amigo que va siempre (Gustavo) y nos dice, “¿Cómo andan las Some Girls?”, y ahí nos miramos y nos entendimos, este es el nombre nos dijimos. Esto pasó en Febrero o marzo más o menos. ¿Qué mejor que el nombre se cocine en el lugar más Stone del Planeta no? Nos pusimos en marcha y hablamos con el dueño de este local, porque el mercado Uriarte tiene muchísimos dueños.
M- Esto antes era un mercado de frutas y verduras, había carnicería y un montón de cosas más. Muchos de esos comerciantes con el tiempo se fueron trasladando hacia los locales de la vereda, y esto fue quedando vacío, casi abandonado. Son como 25 dueños en total, entonces para ponerse de acuerdo en muchas cosas se complica. Toda esta estructura en la que estamos tiene más de 100 años, la historia es espectacular, pero mejor la dejamos para otro día ¿te parece?.
El mercado Uriarte está ubicado sobre la av. Córdoba, a pocos metros de la esquina de Uriarte, justo en el límite de Palermo y Villa Crespo, de un lado de la avenida es el viejo barrio palermitano y donde está el café, es territorio bohemio. Las chicas se turnan para estar dos personas por turno, una de 7 a 14 hs y la otra hasta el horario de cierre, las ayuda Uli, el hijo de Marisa.
M- Acá en el mercado solo estamos nosotras y un par de comerciantes más, aunque los usan más de depósitos que otra cosa. , está la cámara frigorífica de una carnicería que esta sobre Uriarte y un falagel adelante cerca de la entrada. Hay una pollería y en el medio de todo eso estamos nosotras. Ah! , no me quiero olvidar de nuestros amigos del Kiosco y la cerrajería, son amigos, si no los mencionamos después se ofenden.
Antes del Café laburaban en sus respectivos trabajos, ¿Cómo se decidieron a dejar todo por esto?
Y- Medio como que Marisa tuvo que convencerme a mi, porque imaginate que yo venía de otro palo y tuve que abandonar un empleo con relación de dependencia y esas cosas para jugármela con ella. Mari me decía que lo mire con otros ojos, que me imagine esto, aquello, etc. y bueno así se fue dando al principio. Me decía que visualizara sobre todo, que proyecte. Yo soy Licenciada en recursos humanos, nada que ver. Igual un poco, venia con la idea de hacer un cambio de alguna manera en mi vida, en realidad como que quería ponerme un Pet shop y justo apareció la idea de Mari. Después, coincidimos en todo.
M- También hay una realidad, cuando vos dejas de laburar en una empresa para convertirte en tu propio jefe, es lógico que aparezcan los miedos, de no saber cuánto vas a ganar, o si vas a perder plata por ejemplo, pero hay que jugársela. Tampoco sabes cuantas horas va a laburar, a veces son 12 horas a veces 14, depende, por ahí tenemos un evento y terminamos a cualquier hora. A Yael le costó muchísimo, más que a mí. Yo ya estaba acostumbrada, soy autónoma hace tiempo con mi otro trabajo. Hasta me he dado el gusto de hacer giras completas de los Rolling Sones, cosa que nunca imaginé, entonces yo le decía a ella “visualízalo, imaginátelo, vas a ver que es posible”, y bueno la convencí, este es el sueño de mi vida, lo repito, lo vi como una oportunidad de volcar todos mis conocimientos, los administrativos contables, que es lo que estudié, los gastronómicos, todo lo que sé.
Me imagino que en el armado del proyecto pueden surgir diferencias, ¿o todo fue amor y paz?
M- En lo que si siempre coincidimos casi sin hablar, era en el servicio que queríamos dar y como lo queríamos dar. La atención personalizada, la calidad en los productos con los que trabajamos, los detalles y otras cosas que no se negocian. Hay muchas cosas con las cuales muchos podrían tener diferencias, pero nostras siempre coincidíamos, aunque no nos crean (risas). Por ejemplo las tazas, (las diseño Caro, una amiga). Mirá, los detalles son tantos, que las tazas tienen escritas adentro cada canción del disco “Some Girls”, cada taza es única, hasta esa locura llegamos, tratamos de estar en todo, Creo que estamos bien.
¿Y la gente que dice? ¿Vuelven, se hacen clientes?
M- Son lo más, tenemos 5 estrellas de calificación en google (Risas de las dos), la mayoría vuelve y nos regalan cosas, nos terminamos haciendo conocidos y con algunos amigos. Mirá, acá en el salón cubierto nuevo, hay una guitarra que la donó un señor divino, vino un día y nos dijo “es para ustedes, va con el lugar, está en mi casa y no se usa hace un montón”. Esos gestos para nosotros no tienen precio. Nuestros amigos también nos ayudaron un montón. Juan del 40x5 y Gastón de Hot Rocks siempre están. Nos han donado cosas, son dos fenómenos, , están presentes para cualquier cosa, todo muy lindo por ese lado.
¿Qué paso con sus familias cuando comentaron que se iban a meter en esto? , desde cero…
M- Mi hijo Ulises me dijo que estaba loca y que nunca lo iba a hacer. Yo le dije que sí, que como sea lo iba a lograr. De hecho nos han costado tanto las cosas, que entre pintar, arreglar y un montón de cosas, nos quedó para lo último el tema del café. Imaginate abrir una cafetería sin café (Risas). Una semana antes de abrir andaba buscando si me prestaban una maquina de café, y nadie tenía, me volví loca, hasta que conseguí a un amigo, Arielito de “Café Gerais”. Lo quiero mencionar porque nos salvó. Es un amigo, yo ya lo conocía de mi otra área de trabajo, y me hizo un favor gigante. Todo lo que se ve en el local, lo hicimos nosotras. También decoramos.
¿Qué hacías exactamente o haces en tu otra faceta?
Soy representante comercial de empresas de alimentación que licitan para empresas públicas y privadas... Por ejemplo, los Hospitales, las escuelas y demás. Yo hago la gestión comercial, pero de manera particular. Antes trabajaba en una empresa haciendo eso, después me abrí por mi cuenta y todavía lo hago para varias empresas.
Si se conocieron hace 7 años, ¿Por qué no hacer este emprendimiento antes?
M- Si bien somos muy amigas, somos de mundos totalmente diferentes también. Yae es mi mejor amiga, mi hermana. Ella es muy estructurada y yo ya era un hippie sin oficina cuando nos conocimos. La idea del café es una idea que yo la venia cocinando hace 25 años, no es que de un día para otro me levanté y dije quiero hacer esto, ya lo venia craneando hace un montón, hasta que lo hable con mi amiga y lo hicimos. Repito, es muy difícil tirarte a la pileta sin saber si hay agua por más que yo te diga que la va a haber. Eso se lo valoro muchísimo. Si vos venís del mundo estructurado, todavía de adentro de la matrix, es muy complicado. Vos sabés que ganas tanto, que tenés tantas vacaciones, que podes gastar x cantidad de dinero por mes, y si siempre viviste con esas reglas, es difícil salir de ese pensamiento. Bueno, Yael lo pudo hacer. Cuesta, incluso por esto resignamos muchas cosas, tiempo con amigos y familia, gustos, un montón de cosas. Por ahí, no me compro una campera ahora o unas zapatillas, pero si tocan los Stones otra vez y salen de gira, acá sabemos que por tres meses nos vamos las dos (risas).
¿Y “Some Girls, quien atiende?
M- No sé, alguien seguro, pero los rolling son los rolling, con eso no se jode.
Me imagino que en estos meses ya deben tener anécdotas con músicos…
M-Siii, al tercer día de abrir, estaba mi hijo trabajando en el local con la hermana de Yae, que no sabe nada de música, entonces yo entro y lo veo sentado a Sarco de los Ratones tomándose un café, casi me muero, “bendecidas por el rock and roll” dije. Después el se sacó fotos, charlamos y todo eso, es un genio.
Y- Skay también eh, Skay pasó caminando por la puerta, lo reconocí rápido y lo invité a pasar, me dijo que lo va a hacer porque vive acá cerquita, obvio que lo esperamos con los brazos abiertos.
M- Con poli, a los dos (risas)
Y- Y Algunos jugadores de futbol también que vienen al lado a sacarse la Visa para USA. Yo me saqué fotos con varios de River, chocha yo, gallina a full.
¿Expectativas?
M- Ufff, muchísimas. Que la gente vuelva es una seguro, y que se hagan clientes fijos. También nos gustaría el ser un lugar de referencia para la comunidad Stone. Cuando viene alguien con una lengua como vos por ejemplo, aunque no lo conozcamos, es como que nos miramos y nos entendemos, ¿o no? , estamos en la misma sintonía. Y lo loco es que es una cafetería, con todos sus chiches, y no en un recital que es más común, pero si como mayor expectativa queremos crecer y que la gente vuelva siempre, no solo porque la calidad del café es la mejor, sino porque sabe que acá los vamos a atender con el corazón y con la mejor de las ondas, como nos gusta que nos atiendan a nosotras.